“Ha sido el peor final, pero es un final” es el sentimiento de una familia que lleva diez meses sin saber nada de José Carlos Marcos, el joven de 30 años vecino de Manzanares el Real que en diciembre desaparecía tras iniciar una excursión de un día por La Pedriza.
A lo largo de este tiempo y promovidos por el ayuntamiento de Manzanares el Real se han desarrollado numerosos operativos de búsqueda sin éxito. El último, este sábado y siguiendo las pistas encontradas en anteriores dispositivos ha dado con los restos de un cadáver que habría sido movido y esparcido por alimañas según fuentes de la investigación.
La zona donde se encontró; que no hay otro desaparecido en la sierra en este momento; los restos de ropa y sobre todo la mochila encontrada al lado del cadáver, que ya ha sido identificada por la familia, apunta de forma clara que estos restos pertenecen a José Carlos, como ha afirmado el concejal de Medio Ambiente de Manzanares y coordinador del dispositivo de búsqueda Angel Aretxaga.
La confirmación oficial de la identidad de estos restos humanos no llegará hasta dentro de unos días, cuando finalicen los análisis de ADN que desarrolla actualmente la Guardia Civil.
El operativo de búsqueda que ha encontrado los restos humanos estaba formado por el Grupo Especial de Rescate en Altura de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, la Guardia Civil de Montaña, miembros de la Federaciones Madrileñas de Montaña y Espeleología, agentes forestales.
El cuerpo, prácticamente un esqueleto, ha sido encontrado por agentes del instituto armado. Se encontraba oculto en una grieta tapada por jara y situada en Cancho de los Brezos, entre el pico El Yelmo y la localidad de Manzanares El Real.
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