Nuestra cultura cuenta con cientos y puede que millares de refranes, sentencias populares de la sabiduría del pueblo que, nos pongamos como nos pongamos, siempre llevan razón. Hoy repasamos algunos ejemplos de proverbios que todavía seguimos utilizando.
“A caballo regalado no le mires el diente” significa que si no pagas por algo no debes sacar defectos. Pero sepan que tiene un origen literal, porque en ferias de antaño se sorteaban caballos y todos se aseguraban de la salud del equino comprobando el estado de su dentadura.
Otro ejemplo es “a buenas horas mangas verdes”, relativo a alguien que llega tarde. Pero sepan que esas “magas verdes” hacen referencia al traje que llevaba la Santa Hermandad en tiempo de los Reyes Católicos, una especie de Guardia Civil que, sin embargo, no llegaban siempre a tiempo.
Y terminamos con una verdad “de Perogrullo”, que al contrario de lo que muchos piensan no es un adjetivo, sino un nombre propio, a pesar de que no se sabe a ciencia cierta a quién nos referimos o si existió si quiera el referido Perogrullo.
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