Espacio de lengua: concluimos el repaso a los valores del “se”
La semana pasada explicábamos que, gramaticalmente, el “se” puede tener hasta seis funciones. Las tres primeras, vinculadas al verbo, eran como partícula adosada al verbo, como pasiva refleja y como impersonal. Ahora descubrimos el “se” reflexivo, el recíproco y el pronombre personal.
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- 05/10/2015 a las 12:01
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Espacio de lengua: concluimos el repaso a los valores del “se”
El “se”, esa partícula tan pequeña, tan desconocida y tan utilizada. Hoy seguimos viendo los “camaleónica” que puede llegar a ser con nuestro profesor de Lengua, Alfredo Tarazaga. Como cuarto tipo de “se” encontramos los reflexivos, es decir, aquellos que podríamos sustituir por “a sí mismo”. Por ejemplo, cuando decimos “Juan se ducha todos los días”, es decir, “Juan se ducha a sí mismo”. También vemos cómo puede ser Complemento Directo, como en este caso, o Indirecto, si dijéramos “Juan se lava la cara”.
También tenemos el “se” recíproco, cuando hablamos de una acción mutua. Ejemplo: “Luis y Javier se envían felicitaciones por Navidad”. Aquí denotamos una acción recíproca, pero debemos tener cuidado para no caer en la identificación de este “se” cuando haya sujeto múltiple, ya que no siempre es así (“Luis y Javier se entrenan en el gimnasio” no sería recíproco).
Y por último nos encontramos con el “se” pronombre personal, que se podría sustituir por “le” o “les” desde el punto de vista del significado. Es decir, si decimos “Ayer escribí una carta a María. Se la escribí”, hablamos de pronombre porque “la” equivale a “una carta” y “se” a “María”. Y aunque debiéramos decir “Le la escribí”, la Lengua evita la cacofonía sustituyendo “le” por “se”.
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