Según este estudio, España es un país pionero en el respeto a las familias homoparentales y un buen lugar para vivir. Una situación positiva, ya que el 84% de estos nuevos modelos familiares ha manifestado sentirse apoyada por parte del entorno social.
Las 52 familias de gais y lesbianas que han participado en este análisis se consideran visibles en su entorno local, aunque un 12% afirma haber sido objeto de algún tipo de comentario ofensivo. También un 11% confiesa haber sufrido discriminación laboral, incluso les preocupa la marginación que puedan experimentar sus hijos en el entorno y especialmente en el centro de estudios. De hecho, el 85% no ha querido matricular a sus hijos en escuelas católicas por miedo, mientras que el 69% asegura una buena integración en sus escuelas y apoyo por parte del profesorado.
Sin embargo, el máximo apoyo lo reciben de su red familiar y de amigos como señala Antonio Ayala, portavoz de Familia de la Fundación Triángulo y vecino de Alcobendas, que ha colaborado en este estudio.
Lo cierto es que la diversidad familiar es una realidad y, pese a los buenos resultados de este estudio, aún es necesario seguir luchando contra cierta homofobia social y especialmente desde el ámbito educativo.
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