La sala de extracción situada en la planta baja del Hospital Infanta Sofía está recogiendo todo el altruismo de los donantes que están llenando la misma desde el jueves. Un gesto imprescindible para poder acometer las futuras operaciones, tratamientos y emergencias que se incrementan en los meses de verano y vacaciones, al que han respondido generosamente los vecinos de la zona norte, como afirma Asunción Mora, responsable de Hematología del Hospital.
El proceso de donación es muy rápido y sencillo, con todas las garantías de higiene y seguridad, que pueden realizar los mayores de 18 años y menores de 65, con un peso superior a 50 kilos y no haber padecido enfermedades de transmisión sanguínea. Aunque previamente al donante se le somete a una entrevista y un reconocimiento físico.
Cada donación de sangre puede salvar tres vidas, que depende de la generosidad de quien quiera entregarla, ya que no se puede fabricar ni almacenar indefinidamente porque caduca. Las plaquetas se tienen que utilizar antes de cinco días, los glóbulos rojos antes de 42 días y el plasma antes de un año.
La sangre donada es recogida por el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, que posteriormente la distribuye por los hospitales madrileños en función de las necesidades.
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