Fernando del Valle, candidato del PSOE en Colmenar Viejo, un viajero con alma de pueblo
Fernando del Valle es un hombre propenso a la morriña, quizás por eso ha elegido el “Gracias a la vida” de Mercedes Sosa para recordar aquellos años en los que vivió en Argentina. Sin embargo, entonces se emocionaba escuchando a Serrat mientras soñaba con regresar a Colmenar Viejo, porque él se considera un hombre de pueblo, de Colmenar. Y lo dice con orgullo: “en realidad nunca me fui, porque mi casa aquí siempre estuvo abierta” ha afirmado.
Tras una década haciendo Las Américas, del Valle volvió con su familia a Colmenar Viejo y aquí se han quedado. Le gusta su gente, pasear por sus calles y sus parajes naturales, a los que defiende a capa y espada porque cree que hace falta potenciar más un turismo sostenible y gastronómico en la zona. También saca tiempo para la lectura, la natación y para trabajar en la oposición “desde la honestidad y la transparencia” porque para él la política no es un medio sino un modo de mejorar la realidad.
No se esconde tras sus gafas al afirmar que es un trabajador nato y que es lo que más ha hecho en su larga vida, primero como mecánico, luego como ingeniero y, después, de directivo de una compañía de transporte aéreo donde nunca se tomó vacaciones. Asegura que siempre le gustó trabajar y lo pasó bien haciéndolo, por lo que se considera enormemente afortunado y da gracias a Dios.
Sabina también es santo de su devoción, y lo ha escogido para reflexionar sobre el ruido de los medios de comunicación y el espectáculo dañino que ofrecen ciertos debates televisivos. Aunque al otro lado siempre está la SER, al menos en su coche, donde dice escucharnos cuando viaja junto a su mujer.
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