Dichas obras, que han tenido una duración de seis meses, han supuesto una mejora en la funcionalidad y la estética de esta calle, un modelo que se repite en otras muchas de la ciudad que ya están remodeladas. La reforma ha consistido, entre otras actuaciones, en el soterramiento de contenedores de basura, la reordenación de las zonas de aparcamiento en batería y en línea, la sustitución del pavimento y la ampliación de las aceras. Además, la calle cuenta ya con una nueva canalización eléctrica y luminarias renovadas.
Uno de los objetivos prioritarios de esta remodelación ha sido la eliminación de las barreras arquitectónicas y urbanísticas, así como la mejora de la accesibilidad en la zona, con un nuevo pavimento, la creación de nuevos caminos y pasos, y el acondicionamiento de zonas ajardinadas.
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