Los borradores anómalos representan casi un 3% de los enviados y corresponden a ciudadanos con rentas inferiores a 16.000 euros. El problema se ha producido porque el programa informático de la Agencia arrastraba datos de unos borradores a otros. Aunque los afectados no pueden saber revisando su documento, si son objeto del error o no, pues afecta de forma aleatoria a los diferentes colectivos que pagan IRPF.
Cuando la Agencia Tributaria detectó el problema el miércoles pasado, 2.655 de esos borradores ya habían sido confirmados, pero ahora carecen de validez. Hacienda se pondrá en contacto con esos contribuyentes para que presenten una declaración alternativa, eso sí más desfavorable. A quienes aún no lo han confirmado les llegará un nuevo borrador, aunque también podrán modificar el ya recibido.
No es la primera vez que se producen incidencias con el borrador. El año pasado los técnicos de Hacienda alertaron de diferentes omisiones, por lo que recomiendan revisarlo.
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