El objetivo de esta campaña, que cada verano pone en marcha el centro regional de transfusión, es aumentar las reservas de sangre que en esta época del año tradicionalmente disminuyen como consecuencia de los desplazamientos por las vacaciones. La meta es obtener la máxima ayuda por parte de los ciudadanos para evitar que los hospitales madrileños se queden sin reservas. Y es que la época estival es un periodo especialmente difícil, ya que la mayoría de los ciudadanos disfruta de sus vacaciones, lo que hace algo más complicado obtener donaciones.
Además de hacer nuevos donantes, esta campaña también persigue aumentar la frecuencia de donación de forma que pase de 1,33 donaciones por donante y año a 2 donaciones.
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