Los hechos se produjeron cuando los agentes de la Guardia Civil del aeropuerto, en su rutinaria inspección de equipajes de salida y tránsito desde Barajas a otros destinos localizaron un gran bolso que contenía aparentemente una bici facturada desde Costa Rica hasta Milán en la que se observaron extraños objetos en el interior del cuadro de la misma.
Entonces se inspeccionó en profundidad, se cortaron los tubos de la misma donde se albergaban 14 preservativos que contenían una sustancia líquida, que resultaron ser 860 gramos de cocaína. Por lo que a continuación se detuvo a su propietario, un costarricense de 30 años sin antecedentes similares.
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