Asegura que no recuerda nada de lo sucedido aquella noche. La culpa, dice, la tiene el consumo ingente de drogas y alcohol. Según el relato del fiscal, la acusada se encontró a la salida de un bar en Colmenar Viejo con la pareja de su exmarido cuando ésta había salido a fumar un cigarro. Entonces comenzó una pelea que acabó con el citado apuñalamiento. Por ello se enfrenta a un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de amenazas con una pena de 9 años de prisión. En su declaración, ha indicado que días antes de los hechos la víctima le mandó un mensaje amenazante, lo que propició una discusión. Además, ha negado que llevara una navaja con la que presuntamente asintió tres navajazos, y ha insistido que no recuerda nada de los hechos, ya que consumió "alcohol, pastillas y cocaína".
El exesposo de la acusada ha indicado que vio cómo las mujeres se enzarzaron en una pelea, pero ha señalado que no vio a la procesada con ningún arma, así como apuñalar a su entonces pareja, ya fallecida por otras causas.
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