El nuevo alumbrado utiliza una nueva tecnología de iluminación Led, lo que supone una gran mejora en la iluminación de la vía. Pero además de potenciar la luminosidad, se ha conseguido un considerable ahorro en el consumo. Antes del cambio se necesitaban 350 vatios por cada farola, mientras que ahora se precisan 110. Gracias a ello, se satisfacen todas las normas establecidas para las nuevas instalaciones de alumbrado público y, al mismo tiempo, se cumplen las exigencias del pacto de Kyoto.
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