La satisfacción inicial por la llegada del caso Bankia a los Tribunales es rápidamente diluida por cierta desconfianza. En la calle los ciudadanos terminan cayendo en el pesimismo y asegurando que “no llegará a nada”. El nivel socioeconómico y político de los imputados, así como sus grandes equipos de abogados crean reticencias al respecto.
Respetando la presunción de inocencia de todos los imputados –el auto no detalla acusaciones particulares- grupos políticos como UPyD hablan de “engaño masivo” en la salida a Bolsa de Bankia. La Audiencia Nacional ha solicitado asimismo documentación sobre salarios, blindajes o los planes de pensiones de los directivos.
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