De un solo arco de piedra cimentado directamente en la roca, este puente ubicado en el kilómetro 39 de la M-607 es también punto de paso de un ramal de la Cañada Real Segoviana, una vía pecuaria de unos 500 kilómetros que une Burgos y Badajoz, así como del Camino de Santiago que nace en Madrid y del Sendero de Gran Recorrido 124 denominado Senda Real.
Los trabajos que ahora se llevan a cabo, que durarán aproximadamente dos meses y que cuentan con un presupuesto de 60.000 euros, consisten en la consolidación del empedrado del tablero del puente, buscando el pavimento original del camino de acceso al mismo, la recuperación de los perfiles y la redirección de las aguas de lluvia hacia el río para impedir que afecten al puente.
En cuanto al batán situado junto al puente, se consolidarán sus muros de piedra asegurando su estabilidad y se sustituirá su valla por una barandilla.
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