De esta manera, se establece la obligatoriedad de que la siega o desbroce mecánico debe comenzarse con una pasada de limpieza perimetral de la parcela sobre la que se trabaja. Esta tarea hay que iniciarla en la parte contraria a la de la procedencia del viento. Posteriormente, se realizarán fajas perpendiculares a la dirección del viento, que comenzarán a hacerse por la parte más alejada a la procedencia de este. En el caso de uso de cosechadora, el responsable de esta dispondrá obligatoriamente de dos extintores. Además, durante la realización del trabajo, en las proximidades del tajo, habrá un observador que deberá tener un teléfono con el que poder avisar al 112 en caso de que haya algún incidente y una mochila de extinción de agua, pala y batefuego.
Cuando la velocidad del viento sea superior a 20 km/hora, se registre un alto grado de sequedad y la superficie de la parcela sea de 20 hectáreas o mayor, el ejecutor de los trabajos deberá contar con un tractor con apero de gradas junto a la cosechadora. Este tractor realizará una pasada arando una franja de 10 metros de ancho en la zona limítrofe con el terreno forestal, tras ser cosechada la parcela.
La Comunidad de Madrid apela además, paralelamente a todas las normativas, a la colaboración de los propios agricultores para evitar incendios forestales que pudieran originarse durante la realización de tareas agrícolas. Esta colaboración pasa por extremar las medidas de seguridad y dar aviso desde el primer momento en que se perciba la existencia de fuego.
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