Esta prueba, que es orientativa y no condiciona el paso de curso, está dividida en tres partes: Matemáticas, Lengua Castellana y Cultura General. Cada una de estas partes tendrá el mismo peso a la hora de obtener la nota final. Los alumnos realizarán en primer lugar los ejercicios de Lengua Castellana y Cultura General, para lo que dispondrán de una hora. Tras una pausa de media hora, comenzarán la parte de Matemáticas, para lo que tendrán otros cuarenta minutos. Los resultados de la prueba permitirán determinar los conocimientos adquiridos por los alumnos que terminan la Educación Primaria en las dos áreas fundamentales, Lengua y Matemáticas, y evaluar los conocimientos de Cultura General de los alumnos.
Sin embargo, hay muchos detractores en esta prueba porque la consideran injusta. Ya que se convierte en una herramienta de la Comunidad de Madrid para hacer un ranking de centros, pero no de evaluación real de su trabajo como asegura Txema Martínez, portavoz de la Plataforma por la Escuela Pública de Colmenar Viejo.
Una prueba polémica de la que este año no podrán librarse los cerca de 64.000 estudiantes madrileños de 6 de Primaria.
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