En estas dos áreas, incubadoras y criaderos, se están completando en estos momentos los periodos de incubación de más de un centenar de huevos de distintas especies, vigilando su eclosión y completando la crianza. Tan sólo en lo que va de año han ingresado 118 huevos y pollos de aves, 45 de ellas protegidas, destacando el grupo de las rapaces como el ratonero común, el cernícalo vulgar, el búho chico o el cárabo. El resto son cigüeñas, chova piquirroja y carbonero común, que se mantienen en este centro hasta que alcancen una autonomía perfecta, que permita que sean liberados en un entorno adecuado del medio natural.
Durante los meses de mayo y junio se produce el momento más crucial de la reproducción y cría de las aves. Es durante este periodo cuando gran parte de las especies muestran mayor sensibilidad y cuando resulta necesario redoblar los esfuerzos para garantizar el éxito reproductivo y mantener el buen estado de salud de la avifauna madrileña. Muchos de estos polluelos son de especies protegidas, y con esta labor se consigue conservar e incrementar el número de ejemplares de ellas que, de otra forma, tendrían prácticamente imposible su llegada a la edad adulta.
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