La aeronave puede realizar las descargas sobre el fuego en tres modalidades diferentes. La primera modalidad es la “intensiva”, que arroja el agua en una zona concreta, con una descarga llamada “rotunda” que pretende ser un recurso de choque eficaz contra el foco de las llamas.
También puede hacer descargas de manera secuenciada en la que el avión arroja el agua repartiendo la descarga a lo largo de un espacio mayor, y que está especialmente destinada para atacar frentes amplios de fuego. El tercer sistema prevé una suelta de agua espaciada, con menor intensidad en cuanto al flujo de la descarga, pero que abarca una zona mucho más extensa.
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