Miles de familias en toda España se han reagrupado en una sola vivienda. No suelen aparecer en los medios de comunicación, técnicamente tienen un techo pero el hacinamiento de abuelos, padres, hijos y nietos hace casi imposible vivir de una forma digna.
Es el caso de Mónica, divorciada y con dos hijos que vive en casa de sus padres, durmiendo en un colchón en el suelo desde 2010. Mónica afirma que ha solicitado repetidamente una vivienda social pero la respuesta de Servicios Sociales es simplemente que “no hay”. En el paro, su sostenimiento económico es una lucha diaria.
Otro caso en la zona norte de Madrid es el de Yasmina que se ha visto obligada a volver a casa de sus padres con su pareja y su hijo. Viven en un dormitorio de 5 metros cuadrados, él ni siquiera tiene prestación por desempleo y ella acaba de conseguir un trabajo con un sueldo de 600 euros al mes, insuficiente para el mantenimiento familiar.
Según el portavoz de la PAH, Carlos Somavilla, los ayuntamientos de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes “afirman que no tienen pisos sociales para este tipo de casos” aunque en el caso de Alcobendas si les han ofrecido una prestación económica para alquilar una habitación. Somavilla pide la colaboración ciudadana ante la falta de reacción de las administraciones.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha recordado que en Alcobendas hay una lista de espera de 500 familias con necesidad de una vivienda social de forma inmediata.
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