La primera de esas campañas tiene como objetivo vigilar las condiciones de los vehículos que circulan por nuestras carreteras. El riesgo de fallecer o sufrir una lesión con hospitalización aumenta con la antigüedad del vehículo, de ahí que el mantenimiento del mismo sea esencial para realizar un desplazamiento seguro. Esta campaña se realiza del 6 al 12 de julio.
La campaña de vigilancia del cumplimiento de los límites de velocidad tendrá lugar del 20 al 26 de julio. La vigilancia de la velocidad en carreteras secundarias será el eje sobre el que gire esta campaña, más aún cuando los desplazamientos por vías que no están desdobladas aumentan significativamente respecto a otros periodos del año. La vigilancia se realizará desde el aire y a pie de carretera con radares fijos y móviles. Para estos últimos, se han definido 1.500 tramos en vías convencionales sobre los que se incrementará la vigilancia de la velocidad con radar móvil. Son tramos elegidos por la alta accidentalidad que presentan o por detectarse que en dichos tramos las infracciones de velocidad representan porcentajes superiores a la media del resto de carreteras.
Además, con la Directiva de intercambio transfronterizo de información sobre infracciones de tráfico, cualquier conductor europeo que sea captado por un radar en carretera recibirá la denuncia en su domicilio, independientemente del país donde resida. La Dirección General de Tráfico ya está enviando sanciones a ciudadanos franceses, belgas, alemanes, holandeses que han circulado por nuestras carreteras a velocidades superiores a las permitidas. De igual modo, ciudadanos españoles están recibiendo en su domicilio denuncias de infracciones cometidas en países como Francia, Alemania, Austria….
La última campaña intensiva será de vigilancia y control de alcohol y drogas al volante. Esta campaña coincide en la semana que más fiestas se celebran en España (15 de agosto), por lo que los controles preventivos de estas sustancias se incrementarán en todas las vías y a cualquier hora del día para evitar que conductores que hayan ingerido alguna sustancia psicoactiva se pongan al volante.
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