La mujer había sufrido el robo de las joyas, por un importe superior a los 15.000 euros. Al parecer, días después de cometer el delito, los ladrones trataron de vender estos objetos en una casa de empeño. La mujer que lo intentó fracasó en su objetivo ya que no fue reconocida como la legítima propietaria de las joyas, lo que levantó sospechas.
Las investigaciones sobre esta mujer llevaron a su detención y también a las de otras 6 personas más. Después llegó el turno de buscar los efectos sustraídos que llevaron a una casa deshabitada donde el grupo ocultaba y su botín. A los detenidos se les imputan individualmente los delitos de robo con fuerza en vivienda, robo en interior de vehículo, receptación, usurpación de estado civil y amenazas.
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