La autopsia estos restos óseos esparcidos al pie de un risco de unos 20 metros de altura, en la zona conocida como PR1 del parque regional de La Pedriza, no pudo conseguir su identificación ante el avanzado estado descomposición que presentaban.
El Servicio de Antropología Forense ha logrado saber que los restos pertenecen a un varón, de entre los 30 y 40 años de edad, de 1,65 a ,175 metros de altura, piel blanca y pelo castaño claro o rubio muy corto y escaso.
Las pruebas forenses revelan también que tenía la dentadura muy cuidada, con un empaste con amalgama de plata en el molar inferior derecho y que su muerte podría haberse producido entorno al mes de noviembre de 2012.
Publicando todos estos datos la Guardia Civil pretende que la colaboración ciudadana les lleve a identificar estos restos humanos, sospechando que se trata de un montañero experimentado por la zona de difícil acceso donde aparecieron.
La Guardia Civil ha comprobado todas las denuncias existentes de desaparecidos de la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes con estas características, sin que hasta la fecha exista coincidencia alguna. También se ha introducido en el programa FENIX el ADN extraído de los restos para cotejarlos con personas desaparecidas, aunque sin obtener tampoco ningún resultado.
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