Agentes de la Policía Judicial integrados en el equipo Mujer-Menor de la Guardia Civil de Madrid ya han elaborado un perfil de agresor al que sólo falta ponerle cara y nombre para proceder a su detención.
Según la investigación, los dos hermanos rumanos, de ocho y diez años, fueron lanzados al Pozo aunque no de cabeza lo que evitó su muerte o que sufrieran graves lesiones. Cayeron de pie sobre restos de enseres, agua empantanada e incluso una puerta que frenaron su caída provocándoles las lesiones leves, que aún les mantienen en el hospital.
Si al principio se pensó que su secuestrador pudo depositarles en el fondo del pozo, ahora se ha comprobado que no hay marcas ni señales de cuerda.
La Guardia Civil habla de “secuestro” porque esa es la pista más clara. Se habría tratado de un varón que en solitario, presuntamente se los habría llevado del entorno de su casa en Torrelaguna.
Tras su rescate por parte de los Bomberos de la Comunidad de Madrid y ya en el exterior, se confirmaba que a uno de los niños le faltaban prendas de ropa.
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