Se trata de la investigación de partículas diminutas, uno de los avances científicos más punteros que impulsa la lucha contra el cáncer, la aeronáutica o la descontaminación del agua. Constituido en 2006 por la Comunidad de Madrid y con una inversión de 61 millones de euros hasta ahora, el IMDEA-Nanociencia ha fomentado la investigación en nanotecnología, una iniciativa que cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación y Ciencia.
Con una superficie de más de 8.000 metros cuadrados, el Campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid servirá de sede del nuevo edificio a partir del año 2011, un objetivo que se ha formalizado con la colocación de la primera piedra y la presencia de la presidenta de la regional, Esperanza Aguirre, junto con las autoridades académicas. El centro albergará a más de 200 investigadores y contribuirá a las diferentes líneas de investigación, en torno a 40 y con 65 proyectos desarrollados sólo en 2009, que ya han supuesto la solicitud de 8 patentes y el arranque de la primera empresa con tecnologías de estos laboratorios.
Ahora, el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados IMDEA Nanociencia tendrá la sede final en la UAM y entrará en el Plan de la Comunidad sobre I+D+i para 2009-2012, que pronostica la creación de 80.000 empleos y supone un coste de 3.000 millones de euros. Así, la zona norte se convierte en un referente en nanotecnología.
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