Las familias que podrán beneficiarse de esta moratoria deben cumplir unos requisitos concretos. La vivienda debe ser la única que posean y sus ingresos no deben superar en tres veces el IPREM (indicador similar al salario mínimo), además de pertenecer a colectivos como familias numerosas, monoparentales, con hijos menores de tres años o parados de larga duración sin prestaciones.
En la calle las opiniones están divididas, ya que algunas personas consideran “suficientes” estas medidas para evitar que los bancos restrinjan aún más los créditos hipotecarios, pero también se escuchan términos como “dación en pago”, “rebajas de intereses” o políticas hipotecarias “a largo plazo” en lugar de medidas de poco alcance.
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