La ética debe ser el eje para salir de la crisis. De aquí la necesidad de un renacimiento ético, que algunos llaman revolución ética, para cambiar la sociedad. Solo así se acabaría con la corrupción. Así lo defiende, Santiago Álvarez, directo de la fundación FUHEM-EcoSocial, que se rige por un código ético y que, a su vez, se lo exige a todos sus colaboradores.
Partiendo del análisis de la actualidad, sólo desde la transparencia y la ética política se puede ejercer la democracia real. Único camino para que todos podamos “rendir cuentas” y exigírselas a los demás.
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