Todo indica que la idea inicial será revisada para que cueste menos pero se desconoce cómo, salvo que, por la situación de las arcas públicas, deberá contar con una importante carga de inversión privada. Y ello podría hacer que su uso fuese de pago. O sea, un híbrido entre la R1, radial de pago por la que la Comunidad de Madrid sigue apostando, y la M-61, vía que cerraría la M-50. Desde la plataforma M50 NO valoran de manera preocupante las declaraciones de Esperanza Aguirre.
El objetivo es recudir en un 30 por ciento los casi 2.200 millones que iba a costar en principio el cierre de la M50. Parece que no habrá tantos túneles como se había planteado, entre ellos el que afecta al paso por la Dehesa Bohoyal de San Sebastián de los Reyes. Ante ello cabe preguntarse el impacto ambiental que ello puede generar.
Habrá que ver finalmente cómo queda el cierre de esta vía de circunvalación. Es algo que seguramente todavía desconoce la propia Comunidad de Madrid, pero que sigue siendo foco de una gran polémica.
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