Con esta nueva planta, el Canal de Isabel II busca sustituir el sistema de envasado en bolsas de plástico, por una tecnología que aportará mayor capacidad de producción y flexibilidad en los formatos. Actualmente, cuando se produce una avería o falta de suministro de agua, se proporciona a los clientes bolsas de agua para el consumo. Lo que se pretende es sustituir el sistema de envasado por otro de botellas de plástico más higiénico y funcional.
La embotelladora se ubica en un nuevo edificio que se está terminando de construir para albergarla, con una superficie total de 2.400 metros cuadrados. Tendrá una única planta donde habrá también varias oficinas, un laboratorio, y un archivo de muestras.
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