La Dirección General de Tráfico pone en marcha este cambio para adaptarse a los estándares europeos de pruebas de este tipo, entre las novedades más destacadas se encuentra duración, de al menos 25 minutos, de los cuales 10 serán de “conducción autónoma” en la cuál el examinador no dará las habituales indicaciones a una localización determinada sino que será el aspirante el que conducirá libremente por las calles de la ciudad.
Otra de las modificaciones que incluye la prueba, es que se podrá pedir al aspirante realizar comprobaciones previas” como la verificación de los sistemas de seguridad, de los elementos básicos del vehículo y de la documentación.
Para Raimundo Cantalejo, director de autoescuelas Proa-Parla, “el cambio no supondrá demasiados problemas ya que simplemente da libertad para elegir el destino al que dirigirse durante la prueba práctica.”
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