El ex presidente Javier Romero, uno de los candidatos, presentó una reclamación a la Junta Electoral del club para pedir que se revisara la puesta al corriente de pago de 35 socios y que éstos pudieran votar. Ello provocó una revisión de todo el censo electoral, que dejó al descubierto la existencia de personas fallecidas en él, de menores de edad y de fechas de antigüedad poco rigurosas. Por ello, la delegación del Ayuntamiento propuso suspender las elecciones y realizar nuevos estatutos que permitan elaborar un nuevo censo electoral. Así que, tras todo ello, se posponen las elecciones sine die. Sin duda, se trata de un capítulo más en un lío que parece no tener fin y que sigue dejando sin presidencia al máximo representante del fútbol en el norte regional.
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