Ante una situación extremadamente difícil, de emergencia social, los convocantes quieren dar una respuesta colectiva y masiva de la clase trabajadora, la mayoría social. Así, pretenden juntar un millón y medio de personas el 22 de marzo en Madrid, aquellos que rodearon el parlamento el 21 de junio, que ahora vuelven a la lucha. Por eso hacen un nuevo llamamiento a la movilización social en la semana del 24 al 29 de noviembre, en la que se han convocado movilizaciones por el empleo digno, por una renta básica, por los servicios públicos y de calidad, por el derecho a la vivienda y la dación en pago, por las libertades democráticas, por los presupuestos restrictivos de las administraciones públicas, contra el pago de la deuda odiosa, el paro, la precariedad, los recortes, el TTIP, la corrupción, el régimen del 78 y la represión y por supuesto el 25 contra la violencia hacia las mujeres.
Un llamamiento que hace especial hincapié en la protesta del 29 de noviembre, cuando se convocarán manifestaciones en todas las capitales de provincia. Un movimiento que pide que el PP deje de gobernar.
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