Las autoescuelas madrileñas sólo podrán examinar a cuatro alumnos por profesor

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Las autoescuelas madrileñas sólo podrán examinar a cuatro alumnos por profesor

En los últimos años -desde 2012- se han ido de la jefatura provincial de Madrid más de 30 examinadores por jubilaciones y traslados... No han puesto, sin embargo, a nadie que ocupe esos puestos y reemplace sus funciones. La capacidad de la jefatura provincial se ha ido reduciendo progresivamente por lo que las autoescuelas pasaron de tener un examen semanal a prácticamente uno al mes. En marzo denunciaban la paralización de los exámenes de más de 25.000 alumnos y exigían más examinadores o que se hicieran exámenes también por las tardes.

En un principio les aseguraron que si en junio no se había solucionado el problema sí accederían a examinar también por las tardes pero llegado el momento la jefatura provincial les propone algo diferente: se compromete a convocar más exámenes al mes para todas las autoescuelas, en principio uno cada nueve días aunque intentarán que sea cada siete. Habrá, por tanto, más exámenes al mes pero la jefatura establece también un límite de examinados: cada profesor podrá llevar sólo cuatro alumnos. Además, según según la nota informativa del Ministerio y la DGT, de esos cuatro, sólo se garantiza examen a tres.

La medida no ha sido bien recibida por algunos profesores y propietarios de autoescuelas: "Nos hemos pasado años luchando por eliminar el cupo de alumnos", recuerda Mamen, propietaria de una pequeña autoescuela en Móstoles. Lo consiguieron hace más de 10 años en los tribunales y por eso, consideran que aceptar un ratio de cuatro alumnos es "dar marcha atrás". Reconocen, eso sí, que si la jefatura cumple con lo prometido, podrían aceptarlo como una solución temporal, pero lo cierto es que desconfían. "Ya nos prometieron que en junio pondrían exámenes por la tarde si la cosa seguía mal, y no lo han hecho", insite Mamen.

Ricardo Cano, presidente de la asociacion de autoescuelas en Madrid, es consciente de esta perspectiva, la comprende, pero cree que dadas las circunstancias actuales, lo negociado es lo mejor para todos, al menos de momento. Aclara además, que lo pactado no es un cupo como el tenían antiguamente, sino que se trata de un ratio variable en función del número de examinadores y los profesores dados de alta. De esta manera, esperan que a medida que la jefatura vaya incrementando su capacidad de examinar, aumente también el ratio de alumnos por profesor. Además, asegura que el ratio será de cuatro e insiste en que la aclaración de la jefatura por la que garantiza sólo el examen a tres de esos cuatro, no es más que una modo de guardarse las espaldas en caso de surja algún imprevisto, comopor ejemplo la enfermedad de un examinador.

El motivo por el que han aceptado estas condiciones es porque son conscientes, dice Cano, de las limitaciones de la propia jefatura. "Nos han dado lo que tienen", explica, aunque insiste en que no van a conformarse. El objetivo sigue siendo el de los últimos años: conseguir que aumente el número de examinadores en la Comunidad para que la jefatura adapte su capacidad a la demanda madrileña.

De momento, para salir lo más airosos posible del verano, lo que quieren es "aprovechar la capacidad máxima -actual- del centro de exámenes" y hacerlo de "forma equitativa", es decir, que todo el mundo pueda solicitar fechas de exámenes y tenga más o menos temporizado cuándo va a poder examinar a sus alumnos. Y es que hasta ahora, no lo sabían. Al haber menos fechas de examen a elegir, se presentaban muchas más personas a la vez por parte de cada autoescuela por lo que los retrasos eran aún mayores y preveer la fecha del examen de cada aspirante se convertía en un imposible.

Con el nuevo plan, esto dejará de ser así y, además, el problema de los retrasos se irá "regularizando" poco a poco. En dos o tres semanas esperan que la situación empiece a mejorar y a normalizarse aunque saben que todavía queda mucho por hacer.

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