Todavía se puede ver alguna cigüeña rezagada ocupando uno de estos nidos en los que hasta hace pocos días no cabía ni un polluelo más. En ambas poblaciones hay división de opiniones al respecto. Los hay que echan de menos su grácil vuelo, pero también los que respiran aliviados. Y es que el peso de los nidos que sostienen los tejados supone a veces un gran peligro. De momento, tanto en Soto como el Manzanares ya no hay cigüeñas.
En Colmenar Viejo las cigüeñas, sin embargo, aún no han viajado rumbo al sur. Hace unos meses, una asociación contabilizó 101 parejas y 182 pollos en el municipio.
Comentarios