Desde que hace tres años comenzara la crisis, y especialmente desde el pasado año, las tiendas madrileñas han tenido que apretarse el cinturón ofreciendo descuentos de hasta el 50% desde el primer día de rebajas, algo que sólo se hacía en la segunda o tercera oleada de rebajas.
Al cierre de la presente campaña de rebajas de verano los comerciantes la califican de “anodina”, sin grandes sorpresas, aunque se hayan cubierto las expectativas previstas.
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