En 2003 la presidenta regional, Esperanza Aguirre, realizó un compromiso electoral: que ningún madrileño esperaría más de 30 días para ser intervenido. Un compromiso que se cumple únicamente en menos de un tercio de los pacientes, algo que la Comunidad de Madrid niega tajantemente. Y es que sus cálculos sólo incluyen a los pacientes de la llamada lista de espera estructural, que no llega al 32 por ciento de esas 52.000 personas. La Consejería se Sanidad asegura que la media de espera es sólo de 10,4 días. Los sindicatos consideran engañoso el dato. Aumenta la lista a pesar de la entrada en funcionamiento de los nuevos hospitales, entre ellos el Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, que realizan el 17% de las intervenciones procedentes de lista de espera quirúrgica.
Desde UGT se tacha de inmoral el gasto regional de 405 millones desde 2005 en diversos planes para reducir la lista de espera, algo que no se la logrado.
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