El joven no precisó asistencia médica pero sí se llevó un buen susto. Quedó atrapado en un cajero automático de Tres Cantos donde uno de sus dedos se quedó atascado. Los bomberos le liberaron utilizando diferentes herramientas y la cosa no fue a mayores. Eso sí, el susto que se llevó no tiene precio. A partir de ahora tendrá más ciudadano, no sólo con los ladrones, al ir a por dinero.
Comentarios