Aseguran que nadie les hace caso. Ni el constructor, contra el que interpusieron hace dos años una demanda, ni los bancos. Llevan años pagando la hipoteca de una casa donde no pueden entrar a vivir. Denuncian que el problema es grave ya que no tienen medios para pagar a la vez su vivienda y otra en la que vivir mientras todo se resuelve. Ninguno entiende que les llamasen para firmar las escrituras en 2009 cuando lo que compraban no cumplía todos los requisitos. ¿Cómo les llamó la entidad bancaria en su día? ¿Quién dio por bueno el final de obra? Llevan años tratando de encontrar a ello respuesta.
Uno de los problemas radica en que de las 14 viviendas de precio libre hay 6 que son de los dueños del terreno y 4 del constructor. Dicen que estos se lavan las manos a la hora de asumir el coste del centro de transformación de la luz. Esta obra es uno de los requisitos necesarios para acabar con el problema, ya que en su momento se instaló un transformador no homologado, pero tiene un coste que, insisten, es imposible de asumir entre 4 familias y es, además, responsabilidad del constructor.
El ayuntamiento asegura que ha tratado de mediar en este asunto y que ellos sólo pueden dar la cédula de primera ocupación cuando se cumplan todos los requisitos. Apuntan que el consistorio no puede asumir una obra que necesitan hacer unas casas privadas.
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