Los ganaderos aceptan las medidas de la Comunidad de Madrid para evitar la propagación y el contagio a otras explotaciones de la enfermedad pero al mismo tiempo exigen al Director General de Medio Ambiente que cumplan el compromiso de hacer un seguimiento y analizar los animales silvestres de la zona.
Para los ganaderos el foco de infección de la tuberculosis se encuentra en los 13.500 animales de fauna silvestre – principalmente jabalíes, gamos y ciervos- de fincas que lindan con las explotaciones como El Pardo o Soto Viñuelas.
Creen injusto que mientras ellos están realizando el obligatorio saneamiento de los animales dos veces año y eliminando las reses infectadas, las autoridades no controlan el estado sanitario de la fauna silvestre. Así lo ha explicado en SER Madrid Norte, Jorge Izquierdo, presidente de la Asociación de Ganaderos de Colmenar Viejo.
Los ganaderos han trasladado también un mensaje de tranquilidad a los consumidores de sus productos; “no hay ningún peligro”. Temen que esta situación este perjudicando la imagen de la carne y la leche de la sierra madrileña.
La Comunidad de Madrid seguirá manteniendo las medidas de contención del brote hasta que el porcentaje de reses infectadas, hasta el momento un 3%, se reduzca hasta el 1,5%.
Comentarios
Churra de Colmenar dice:
Habría que ver si esos animales salvajes conviven con el ganado. No creo que sea el caso de los jabalíes, gamos o ciervos del Pardo o el Monte de Viñuelas, que están bien delimitados y aislados.
Habría que ver si las fincas en que se dan los casos de tuberculosis están próximas a esas áreas concretas y tan "protegidas". ¿Cuáles son esas fincas?
Si, a pesar de todo, ese aislamiento no fuera eficaz, tampoco lo sería el confinamiento de las reses enfermas en sus fincas, tal como se procede cuando se toman medidas contra la enfermedad.
A ver si estamos derivando responsabilidades y echando balones fuera.
Y, señalar que "las autoridades no controlan el estado de la fauna silvestre" en estos reductos suena muy grave si no se aducen elementos de juicio, pero pudiera ser verdad.
Como ya he indicado en otra ocasión anterior, el oscurantismo es una amenaza peor para la "salud pública" que una zoonosis como esta. La opacidad es el caldo de cultivo para que se piense que no se dice la verdad, para que se desconfíe de todos cuando son solo algunos concretos.
En definitiva, los intereses de los productores y los consumidores no han de ser diferentes.
sábado, 13 de abril de 2013 a las 23:38