Las investigaciones comenzaron cuando se descubrió, en una finca rural de difícil acceso en Miraflores de la Sierra, que varios ciudadanos colombianos portaban garrafas con sustancias químicas. Estas eran éter, acetona o ácido clorhídrico y servían para modificar la droga, junto a las diversas máquinas como hornillos eléctricos, secadoras, prensas o envasadoras. Posteriormente, la investigación llegó a localizar varias viviendas donde los miembros del grupo se citaban para distribuir la droga en Madrid capital.
Dos de los miembros de este grupo fueron arrestados en Zaragoza cuando iban a Barcelona con el objetivo de recoger cocaína base. Después se detuvo al otro miembro en la finca rural. En la operación se han incautado 22 kilos de cocaína, 100 litros de disolventes y 2.400 euros en efectivo. Además, tres personas han sido detenidas.
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