Los hechos sucedieron en diciembre de 2005. Al parecer los jóvenes y los guardias civiles coincidieron presuntamente en un karaoke, donde se produjo una pelea entre ambas partes. Los agentes han asegurado en el juicio que fueron los jóvenes los que les agredieron, que tuvieron por ello que acudir a un centro de salud y que allí los chavales les esperaron a la salida para volverles a pegar. Una versión totalmente contraria a la de los jóvenes que aseguran que los agresores fueron los agentes. Dos de ellos acudieron sobre las 5 y media de la madrugada de aquel día a la Comandancia de la Guardia Civil para denunciar los hechos. Aseguran que en la puerta los guardias civiles les agredieron y les amenazaron. Ninguno de ellos ha reconocido los hechos que se les imputa presuntamente acaecidos a las puertas de la Comandancia, pero lo cierto es que ahora se enfrentan a penas de tres y cinco años de prisión.
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