Se trata de modificar el procedimiento de prescripción de medicamentos para que se haga por el principio activo en todo el Sistema Nacional de Salud, como parte de las medidas adoptadas en el Consejo Interterritorial de Salud para garantizar la sostenibilidad del sistema.
Esta medida obliga a los doctores a recetar medicamentos según su compuesto y no por la marca comercial. Así los farmacéuticos tendrán que dispensar el medicamento de menor coste y a igualdad de precios, el genérico. Se contempla, también rebajar un 15% el precio de las medicinas con más de 10 años desde su registro que no tienen genéricos en el mercado.
Además, de esta iniciativa, se han aprobado otras propuestas como que la historia clínica digital y la receta electrónica de cada comunidad estén operativas a lo largo de 2012, terminando así un proceso que comenzó en 2005.
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