Entre enero y septiembre la cantidad de españoles que considera a los políticos como el principal problema del país ha subido nueve puntos, hasta alcanzar el 26,9%. El 73% de la ciudadanía considera que la situación política actual es “mala” (35,9%) o “muy mala” (37,3%), y menos del 3% la califica de “buena”. El desempleo vuelve a situarse en la cúspide de los problemas, según el último barómetro del CIS.
En las calles se habla de “regeneración” política, pero también de falta de espíritu crítico por parte de los votantes ante su partido de toda la vida. Asimismo las formaciones minoritarias ganan apoyo popular, debido a la paulatina pérdida de imagen de los dos grandes partidos.
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