Los trabajadores de Alcampo vienen a denunciar el incremento de 28 horas laborales anuales de trabajo, la obligación de trabajar domingos y festivos, la modificación de los sistemas de vacaciones o la reforma de los calendarios anuales a trimestrales.
El convenio colectivo según los sindicatos impone la congelación salarial mediante un sistema de incentivos que no se consolida en la nómina y que están sujetas al aumento global de ventas del sector. Además critican la limitación a un máximo de 15 días de vacaciones de junio a septiembre en los centros que tengan especiales ventas en esa temporada.
Los trabajadores denuncian que estos recortes se producen en un sector que sigue obteniendo importantes beneficios cada año.
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