El 18 de marzo de 2001, según el relato del fiscal, los tres acusados entraron en la joyería situada en la calle San Vicente de Alcobendas, en torno a las dos menos cuarto de la tarde. Una vez dentro, ataron de pies y manos a la empleada y le taparon la cabeza, tras obligarla antes a confesar dónde estaba la caja fuerte. Los procesados sustrajeron joyas y dinero por un importe de casi 35.000 euros. Los agentes que llevaron a cabo la investigación encontraron posteriormente en su casa muchos de los objetos robados. Ahora se enfrentan a once años de prisión cada uno. Su juicio ha comenzado en la Audiencia Provincial.
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