Manolo García, cómo hemos cambiado
Es uno de los iconos vocales del pop-rock de nuestro país. Desde sus inicios, su desarrollo con El Último de la Fila y su madurez en solitario, la carrera de Manolo García ha estado plagada de grandes canciones cuya escucha detenida es casi obligada.
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- 16/12/2014 a las 14:00
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Manolo García, cómo hemos cambiado
Con casi 60 años Manolo García acaba de publicar su nuevo tema, “Es mejor sentir”, que supone la vuelta de uno de esos artistas del que siempre se espera su nuevo trabajo. Y es que la trayectoria del cantante barcelonés ha contado con algunos de los éxitos del pop-rock español. Sin embargo su primera experiencia discográfica distaba mucho de la actual.
Era 1980 y sonaban Los Rápidos, con Manolo García a la cabeza. Aquel grupo estuvo en el movimiento barcelonés que se intentó presentar como alternativa a La Movida de Madrid capital, pero lo cierto es que no tuvieron un gran éxito. El fracaso hizo que García se uniera a otro grupo, Los Burros, donde seguía haciendo rock y donde junto a su compañero Quimi Portet publicaron una de las canciones inmortales de toda su carrera.
Pero a pesar de que “Huesos” ha sido reeditada varias veces y todavía se considera como una joya, lo cierto es que Los Burros tampoco tuvieron mucha repercusión en ventas. Así decidieron reinventarse en 1985 como El último de la fila, y aquí sí, alcanzaron el éxito que su talento merecía.
“Querida Milagros” es uno de sus primeros bombazos ahora ya con un mestizaje musical que coqueteaba con sonidos árabes y flamencos. Poco tardó en llegar un segundo disco con otra de las inmortales, “Insurrección”.
El grupo siguió en su línea creativa con varios discos más en los que escribieron en el libro de la música de este país. Hasta 1995 siguieron con temas como este “Sin llaves”, de su último disco.
Sin embargo en 1998, hace casi 27 años, dejaba de existir El último de la fila. Cosa que no frenó el éxito de su cantante, porque Manolo García publico ese mismo año su primer trabajo en solitario con “Pájaros de Barro”, una canción que aguanta en su repertorio desde entonces.
García tardó en encontrar su sonido, que no era tan “de probeta”, tan experimental como el que hacía con sus excompañeros, pero que en 2001 llegaba a su destino con canciones como “Nunca el tiempo es perdido”, donde los giros de voz de Manolo García son cada vez más protagonistas. También se dejaba notar en otros temas como “Para que no se duerman mis sentidos”.
El cuarto disco en solitario de Manolo García llegó en 2008, donde volvió a demostrar la importancia crucial de grabar en según qué lugares. Y es que en Creta se registró este disco con temas como “No estés triste” y clarísimas influencias de la música griega.
Y antes de su último disco, y para despedirnos, en 2011 Manolo García volvía con canciones que en realidad mezclaba el sonido de toda su carrera: rock en estado puro con toques alternativos y letras profundas y preciosas como “Sombra de la sombra de tu sombrero”.
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