El curso se ha impartido por un equipo de tres monitores diplomados por la Academia de Seguridad de la Comunidad de Madrid. En él se han simulado con realismo circunstancias a las que deben enfrentarse los agentes en el ejercicio de su actividad.
Cuarenta y ocho clases prácticas en las que los agentes han entrenado en diversas técnicas de intervención: como la entrada segura en edificios, medidas de autoprotección en el uso del arma, además de realizar prácticas de tiro policial. Todo con el fin de perfeccionar las técnicas de superación del estrés y las formas de utilización de las armas reglamentarias, con el fin de disminuir los riesgos y los daños a terceras personas en situaciones límite.
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