Esta sección se llama “Cómo hemos cambiado”, ya lo saben ustedes. Y quizá Miguel Bosé es el ejemplo perfecto de lo que pretendemos con estos minutos musicales. Porque esto es que escuchan es “Encanto”, lo nuevo de uno de nuestros artistas más internacionales y premiados, pero es que después de 25 discos a sus espaldas, como para no cambiar.
Para que se hagan una idea: su primer trabajo lo publicó a los 19 años. Pero es que en su primera década como profesional sacó diez discos. El periodo más largo en el que hemos estado sin disco de Bosé ha sido tres años… Y aun así lo teníamos en el cine o en la televisión. Como él ha dicho a veces: “yo ya nací famoso”.
Pero vamos con la evolución de este genio del espectáculo. Hay ejemplos en su discografía de versiones actualizadas de sus éxitos. Como “Linda”, su primera canción, que versionó 35 años después junto a Malú. O Amante Bandido, una de sus joyas, de 1984, que quince años después se convirtió en “discotequera”.
Casi hay que dividir la producción de Bosé por décadas. Por ejemplo vemos una primera etapa más “adolescentera”, si se puede llamar así. Vamos, para las chicas de la época. De hecho su disco del 79 así se titulaba, Chicas. Allí publicó “Súper Supermán”. Un año después seguía con juegos musicales como “Don Diablo” y seguía muy romántico con “Morir de Amor”.
Pero ya metidos en los 80 y durante los 90 encontramos a un artista más asentado, más maduro, mucho más serio e infinitamente más profesional. Miguel Bosé es elevado a la categoría de mito, de referente de la música. Sigue derritiendo con sus canciones de amor, pero también con canciones muy profundas y con mensajes claros, como “Partisano”, del 86. “Los chicos no lloran” y “Este mundo va”, del 1990 y 1996 respectivamente, son ejemplos de su madurez.
Pero con la llegada del nuevo milenio Bosé empieza a experimentar, sobre todo a beber de esos sonidos americanos que tanto ha admirado, y los incluye a su obra y a sus letras. “Muro” y “Morenamía” nos trasladan a la vida de América Latina, su otra casa.
Y llegó un momento en el que Miguel Bosé se deshizo definitivamente de todas las cadenas de la industria, del qué dirán, y se lanzó al vacío experimentando con multitud de sonidos. Primero con orquesta, en el disco “Por vos muero” de 2004 y canciones como “Olvídame tú”; luego con sintetizadores, con “Velvetina” en 2005 y temas como “May Day”.
En definitiva, Bosé ha abandonado todo tipo de etiquetas, incluso la suya propia, para volver a sorprender con cada disco. Pero siempre lo hace, siempre es el mejor en su oficio de cantante y artista. Les dejamos con su faceta de 2010, cuando volvió a ser más “normal”, si se le puede poner esa etiqueta a este hombre. “Estuve a punto de” también, aunque ya no sea noticia, fue un éxito.
Comentarios
Sonia dice:
He seguido carrera de este Gran Artista desde sus comienzos Él va dejando grandes huellas en lo que hace tanto como artista y como hombre en las causas en que se involucra. Grande Miguel y Bose!!!
martes, 07 de octubre de 2014 a las 16:08
Miguel Ángel Mainer dice:
Impronta, empaque..
Su autoría, su sello.
jueves, 09 de octubre de 2014 a las 21:04
Querétaro dice:
Impronta, empaque...
Su autoría, su sello.
jueves, 09 de octubre de 2014 a las 21:36
Mikele dice:
Impronta, empaque...
Su autoría, su sello.
jueves, 09 de octubre de 2014 a las 21:42
Mikele dice:
Anoche, bajo las
estrellas, vi que su lugar estaba
entre los grandes artistas.
jueves, 09 de octubre de 2014 a las 21:50
Miguel Ángel Mainer dice:
Bajo las estrellas, vi que Miguel estaba entre los grandes artistas.
jueves, 09 de octubre de 2014 a las 21:55
Miguel Ángel Mainer dice:
Como alguien dijo...
No se puede concebir la música española sin Miguel Bosé.
jueves, 09 de octubre de 2014 a las 22:07