Hace apenas unas semanas, una noticia convulsionó las redes sociales: un anciano desahuciado, desde su cama de un hospital en Norfolk, Virginia (EEUU), afirmaba a la prensa que era un ex agente de la CIA y nada menos que el responsable de la muerte de la rubia más deseada de todos los tiempos: la diva de Hollywood Marilyn Monroe.
El personaje, que decía llamarse Norman Hodges, contaba con detalle cómo produjo la muerte de la actriz –oficialmente fallecida a causa de un suicidio por sobredosis por barbitúricos– y los detalles de la operación clandestina encargada nada menos que por la agencia de Inteligencia norteamericana.
Como sucedió unos meses atrás con la falsa muerte de Paul McCartney, la noticia corrió como la espuma por los medios digitales y, finalmente, se trataba, una vez más, de un fake que volvía a poner en tela de juicio la contrastación de las fuentes en el marco de las nuevas tecnologías.
Como en el caso del ex Beatle, la noticia, a pesar de ser falsa, sirvió para reavivar una teoría de la conspiración que lleva dando que hablar desde el mismo año en que murió Marilyn, 1962. Apenas unos meses después del extraño suicidio –fueron numerosos los indicios hallados en su casa de que se había manipulado la habitación antes de que llegaran los servicios de emergencia y las autoridades–, moría tiroteado, en otro de los episodios más oscuros de la historia estadounidense, el presidente John Fitzgerald Kennedy, supuesto amante de la diva rubia.
Los últimos meses de la actriz fueron convulsos y estuvieron rodeados de extraños episodios en los que, siguiendo a los teóricos de la conspiración, Marilyn llegó a ser investigada de cerca por el FBI de Hoover, probablemente por su estrecha relación con los hermanos Kennedy e incluso, según otra hipótesis, por estar relacionada con personajes sospechosos de comunismo en plena Guerra Fría.
No pasó mucho tiempo desde que la actriz cantase el sensual “Happy Birthday” al presidente USA hasta que fue encontrada muerta por su ama de llaves. Al parecer, Marilyn también había mantenido una relación con Robert Kennedy –quien a su vez sería asesinado en 1968, durante su carrera a la Casa Blanca, por el magnicida Sirhan Sirhan–, y el hecho de haber supuestamente amenazado a éste con revelar todo lo que sabía sobre los hermanos, que no era poco y sí muy turbio, hizo que decidieran asesinarla.
¿Qué hay de verdad en todo esto? ¿Se trata sólo de una leyenda urbana o la muerte de Marilyn pudo ser provocada por todo lo que sabía y sus estrechos contactos con la política, las cloacas de la meca del cine e incluso la Mafia? Hoy, en nuestra sección de misterio, hablamos de este asunto, uno de los temas que se abordan en profundidad en el número de este mes de la revista ENIGMAS que ya puedes adquirir en tu kiosco.
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