Jack el Destripador cometió sus crímenes en 1888 y a día de hoy todavía existen numerosos interrogantes acerca de su verdadera identidad. Desde el mismo momento en que se conocieron sus brutales asesinatos en el entonces marginal barrio londinense de Whitechapel, surgieron teorías para todos los gustos sobre quién era el responsable de las brutales mutilaciones a un grupo de prostitutas del East End.
El nombre con el que fue bautizado por la prensa pasó a formar parte del imaginario colectivo y todavía hoy existe un bar en aquella zona de la capital inglesa que evoca los terribles hechos, el mismo –reformado, por supuesto– en el que tomaban su refrigerio algunas de las malogradas víctimas. Además, existen rutas nocturnas que siguen los pasos del Destripador cual atracción de feria… una suerte de Pasaje del Terror en plena calle que nos descubre el Londres más tenebroso. Y es que podríamos decir que nos hayamos ante el más famoso de los serial-killers de todos los tiempos, por la repercusión que tuvo y sigue teniendo su caso.
No es de extrañar, por tanto, que tanta celebridad haya llevado hasta el día de hoy a policías, investigadores y curiosos de todo tipo –escritores como a seguir sus huellas con la intención de dar por cerrado uno de los grandes misterios de la criminología. Precisamente el pasado año un detective aficionado y escritor, Russell Edwards, obsesionado con los crímenes de Whitechapel, llevó a cabo un análisis de ADN sobre una de las prendas que vestía una de las víctimas, con resultados cuanto menos sorprendentes que apuntaban a uno de los sospechosos que en su día barajó Scotland Yard. Contaremos en qué consistió dicho estudio, cómo se llevó a cabo y cuál fue el nombre que arrojaron los resultados, certeros para unos, controvertidos para otros.
Además, repasaremos los casos más singulares entre el amplio abanico de sospechosos que se barajaron como posibles asesinos, incluso una supuesta conspiración desde las más altas instancias que daría lugar a una de las hipótesis más atractivas, con masones y príncipes de por medio. También recordaremos esta mañana en nuestra sección de misterios cómo trató la prensa el asunto del Destripador y quiénes fueron las víctimas de este esquivo depravado. Todo ello, con el redactor de la revista Enigmas, Óscar Herradón.
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