La experiencia se puso en marcha hace tres años en la residencia infantil que existe en Torremocha del Jarama. Allí los niños tutelados por la Comunidad conviven con una escuela de caballos en la que aprenden a convivir con ellos. El día a día ha demostrado que esta iniciativa sirve de gran ayuda a los pequeños, que ganan en autoestima, aprenden nuevos valores, o mejoran la convivencia. Todo ello, gracias a la denominada hipoterapia, una actividad rehabilitadora en la que bajo la supervisión de un monitor especializado se aprovechan los movimientos tridimensionales del caballo para estimular a los chavales.
Gracias a esta singular experiencia con caballos se mejora la convivencia de estos niños tutelados.
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